El intendente de La Paz, Gustavo Pinto, le contestó al jefe comunal de San Martín, quien el pasado miércoles cuestionó al Gobierno provincial por su política habitacional. “Giménez no tiene memoria” y “se olvida del desastre que dejaron Cristina Kirchner y Francisco Pérez”, dijo el radical durante la inauguración de viviendas en su departamento.

Todo comenzó durante la entrega de 155 viviendas sociales en el barrio Néstor Kirchner de San Martín, cuando Giménez aprovechó la ausencia del gobernador Alfredo Cornejo y expresó que “Cambiemos todavía no ha empezado una sola casa en San Martín”. Además cuestionó a Damián Salamone, presidente del Instituto Provincial de la Vivienda, ante la supuesta negativa de construir 20 casas en Alto Verde.

Lo cierto es que en el caso del barrio Néstor Kirchner, las viviendas comenzaron a construirse a principios del 2015 y a finales de ese año debería haber estado terminado y entregado. Pero no fue así. La crisis en la que estaba inmersa la provincia y en particular el IPV llevó a la paralización de la obra, ya que sólo se certificaba el 1% por mes.

Incluso, la falta de pagos casi lleva a la quiebra a algunas empresas. Ante esta situación, cuando comenzó la gestión de Alfredo Cornejo, lo primero que realizó el Gobierno de Mendoza fue saldar las deudas y reorganizar los nuevos contratos con las empresas constructoras, con el objetivo de rencauzar el ritmo de las obras y cumplir con los plazos preestablecidos.

Desde entonces, en el caso de San Martín, Cambiemos lleva entregadas 288 viviendas (sin mencionar los 58 departamentos y dúplex del proyecto Procrear en el barrio Néstor Kirchner) en los últimos dos años. La primera inauguración se realizó el pasado 12 de junio en el distrito Buen Orden, donde se entregaron 90 viviendas pertenecientes a los barrios Asunción del Tafí y Santa Rosa de Lima.

Justamente, durante ese acto, Cornejo resaltó que cuando asumió como gobernador “ambos barrios tenían un avance de obra del 35% a pesar que las 90 casas tenían que estar terminadas en diciembre de 2015. Lo cierto es que la gestión del IPV del Gobierno de Francisco Pérez no podía pagarle a la empresa y las obras avanzaban a un ritmo lento del 1% mensual”.

Ese mismo año, en la calurosa mañana del 14 de noviembre, Cornejo participó de la entrega de 43 viviendas en el barrio Patria El Ñango, ubicada a 14 kilómetros al norte de la Ruta nacional 7, en Montecaseros. En ese caso, las familias adjudicatarias también tuvieron que esperar varios meses para ver realidad su sueño de la casa propia.

Mientras continuaba –y continúa- la entrega de aquellas obras prometidas por el ex mandatario justicialista, Cornejo tuvo que esperar hasta el 5 de octubre de 2017 para inaugurar el primer barrio comenzado y finalizado en su gestión. Fueron 36 viviendas pertenecientes al barrio Molina Campos, en la ciudad de Rivadavia. Este emprendimiento fue construido en un plazo de 12 meses y con una inversión de $ 50.494.259.

Teniendo en cuenta esta realidad y el esfuerzo para que las obras en la provincia se entreguen en tiempo y forma, las palabras vertidas por Jorge Giménez cayeron mal en algunos dirigentes del radicalismo. Por eso, durante la entrega de 39 casas en La Paz, el intendente de ese departamento y senador provincial electo, Gustavo Pinto, dedicó algunas líneas de su discurso a su par de San Martín.

“Antes las casas no se terminaban, la plata que mandaba la Nación las usaban para pagar sueldos. Ni siquiera los empleados, ni los docentes estaban al día. Por eso creo que el intendente Giménez no tiene memoria de cómo se manejaba el gobierno de (Francisco) Pérez y de Cristina (Kirchner) y del desastre que nos dejaron”, comenzó diciendo Pinto.

Por último, el intendente radical agregó: “El Gobierno anterior se fue debiéndole a La Paz cinco meses de coparticipación y lo mismo sucedía con las demás comunas. Apenas asumió Cornejo nos saldó la deuda. Por eso creo que el intendente Giménez también se olvida que pidió 10 millones de pesos porque no podía pagar sueldos. Como intendente no quiero pícaros que piensen que la gestión pública es para no rendir cuentas”.

Avances que dejaron de ser promesas en San Martín

Lo cierto es que en San Martín, en materia de infraestructura, el Gobierno logró reactivar la construcción del jardín nucleado Tomás Lancellotti de San Martín, cuya obra comenzó en 2012 y estuvo tres años paralizada por falta de pagos a la empresa Stornini. Finalmente, en el primer año del actual gobierno y en sólo siete meses, se logró inaugurar el edificio que alberga actualmente a 150 alumnos.

En 2017, también comenzó la construcción de dos escuelas primarias (en los barrios Mebna y Nueva Argentina), que durante varios años funcionaron en casas de familia a pesar de los reiterados reclamos de los padres y las promesas incumplidas durante la gestión de Pérez. Algo similar sucedió en la emblemática escuela Corrientes, donde los padres tuvieron que esperar siete largos años para el recambio de la cubierta del establecimiento.

Del mismo modo podría mencionarse las obras de ampliación en el hospital Perrupato, que desde su inauguración en 1991 no se había realizado ninguna refacción. Continuando con las obras en materia sanitaria, también se inauguró el Centro de Salud de Alto Verde, que el ex gobernador tampoco logró terminar a pesar de que el edificio lleva el nombre de su padre.