En su segundo discurso en la Apertura de las Sesiones Ordinarias de la Legislatura de Mendoza, el Gobernador Alfredo Cornejo anunció una nueva ley que obliga a los presos a trabajar en las cárceles y ratificó que continuará “el camino de cambio” que comenzó hace 17 meses.
“Esta ley que impulsamos apunta a revisar la vida dentro de los penales y modifica la actual ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad Nº 8.465. Las cárceles necesitan orden, como hemos dicho de las otras áreas del Estado, y para eso necesitamos tener nuevos instrumentos para trabajar. Queremos terminar con las cárceles de máxima ociosidad”, continuó Cornejo.
Al respecto agregó: “La idea central de la reforma que estoy presentando es que con trabajo se limite el derecho al ocio y se replique adentro la realidad exterior para la posterior reinserción. Queremos a la población carcelaria trabajando o estudiando sin privilegios. Nuestro objetivo es inculcarles la voluntad de vivir conforme a la ley y darles herramientas para hacerlo”.
“El condenado violó derechos de terceros y quebrantó la ley. Para la reconciliación con la sociedad, sus derechos no pueden estar por sobre los de la ciudadanía”, rescató el Gobernador ante los aplausos de los legisladores.
A su vez comentó que esta iniciativa tiene otras aristas que delimitan la actividad del juez de ejecución penal, cuidando enteramente sus facultades constitucionales, “y, fundamentalmente, incorpora a la víctima en el proceso de control sobre cualquier revocatoria de la ejecución penal, para que nadie se sorprenda, sin haber podido opinar, que su agresor, de buenas a primera, está libre por la decisión de un juez que ni siquiera conoce lo que está viviendo la víctima”.
Por último, sobre este anuncio, el mandatario aseguró que “su gobierno no va a parar hasta que los delincuentes sepan que salir a delinquir tiene costos durísimos para ellos y ya no para los ciudadanos decentes” y destacó: “Los valores de la buena administración imponen como prioridad el deber de ir sobre la realidad para remediar las dificultades reales que tiene la gente”.
Revolución de lo sencillo
Como eje de su gestión, Alfredo Cornejo planteó: “una revolución de lo sencillo y lo sencillo son cosas que nos llenan de orgullo”. Ejemplificó que lo sencillo son acciones como recuperar la provisión normal de insumos hospitalarios, juntar a los docentes con los alumnos en el aula, llevar energía eléctrica a pueblos donde no había, resolver aspectos de la atención al público en cada repartición, respetar la vida animal, entre otros.
En este sentido, el mandatario dijo: “Estamos convencidos de que lo mejor que le podemos dejar a Mendoza es pasar de un Estado torpe, incapaz de resolver los problemas, a un Estado más inteligente, con instrumentos que le sirvan a la gente para tener mejores servicios de seguridad, salud, educación y justicia”.
Además, remarcó la importancia de los valores de mendocinos “como el orden, el esfuerzo, la verdad, la responsabilidad, el respeto, la transparencia, la austeridad, la decencia, la intensidad en el trabajo y también el coraje para sostenerlos en el tiempo, porque en el abandono progresivo de estos valores se explica la base de los problemas estructurales profundos que hoy tenemos que ir revirtiendo”.
Y sostuvo que “restituir el liderazgo del Estado no es una abstracción para las dirigencias: es garantizar días de clases, es asegurar insumos en los hospitales, es volver a tener obra pública y acceso a más viviendas, es contar con una administración de justicia eficaz, es alentar la reconstrucción de confianza en los sectores productivos y en el empresariado comprometido con el bien común, que quiere vigorizar la economía y, sobre todo, es pararse frente a los delincuentes con autoridad para que sean ellos los que le tengan miedo a la fuerza del Estado”.
“Durante este primer año, hemos ido haciendo un sinceramiento de las capacidades y posibilidades que tiene Mendoza. La provincia tiene pocos instrumentos político-económicos propios como para influir en la economía y dependemos de la marcha del país y del contexto internacional, como siempre digo. Justamente, por eso es tan importante imponer esa agenda de buena administración en el largo plazo, para hacer un uso racional y estratégico de los recursos con que contamos y conseguir, con el tiempo, la indispensable autonomía económica”, aseveró.
Por último Cornejo recordó la conmemoración del Bicentenario de la partida del Ejército de los Andes y confesó: “Ustedes saben que soy un enamorado de la acción y de la gestión”, dijo y destacó: “Sé que los planes y los aprestos son cruciales, pero la ejecución es lo verdaderamente importante. De nada sirve tener buenas ideas e intenciones si no se las sabe llevar a cabo”.
En los 17 meses como gobernador de Mendoza “hemos tenido muchos más aciertos que errores, porque hemos trabajado con rigor profesional, buena voluntad y sin descanso para avanzar detrás de las metas que nos hemos fijado”, aseguró Cornejo.
Y en su despedida, dictaminó que “Mendoza necesita que orientemos la acción pública sin mezquindades detrás de objetivos superiores que mejoren la calidad de vida de la gente. No es tiempo para disputas ciegas”. |