San Martín, entre el abandono y las obras de maquillaje

A pocas semanas del bicentenario del departamento, la principal preocupación de los vecinos radica en el estado de la red vial y por el abandono de barrios y distritos periféricos. También cuestionan el incumplimiento de obras prometidas.

JUEVES 1 DE DICIEMBRE DE 2016 . 11:42

Parte de las obras que se realizan en el marco del bicentenario del departamento (Foto: Gentileza).

 
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Por Javier Disparti

A pocas semanas del bicentenario del departamento de San Martín, los vecinos cuestionan la inversión que está realizando el municipio en el casco urbano de la ciudad. Consideran que ese gasto público debería destinarse para mejorar la seguridad vial y cumplir con las obras que fueron prometidas o abandonadas.

Esta situación se puede corroborar al recorrer las calles, veredas y paseos públicos de San Martín, una ciudad maquillada por obras millonarias que se impulsaron para embellecer el departamento, pero que al mismo tiempo mostraron la desidia para solucionar los problemas existentes en barrios y distritos periféricos.

Los vecinos señalan como principal preocupación el mal estado de la vía pública, que incluye calles con pozos, parches de brea deformados y grietas; veredas rotas con desniveles que, en algunas partes, las convierten en inaccesibles para personas con movilidad reducida.

Una de las obras polémicas y rechazadas por una parte de la comunidad, es la construcción de un boulevard con 200 mástiles que harán flamear la bandera nacional. En esta obra, cuya inversión supera los $ 6 millones, no contempló la reparación de la deteriorada carpeta asfáltica que se ubica desde calle Lavalle hacia el microcentro de la ciudad.

Incluso, como complemento de las obras del bicentenario, se realiza la última etapa de remodelación del parque Sarmiento. Se trata del adoquinado de veredas, cabezales y un murallón de protección en el canal de riego, estacionamiento a 45º, luminarias, parquizado, juegos infantiles, entre los principales trabajos.

Todas estas tareas se realizan en medio de las reiteradas críticas por el penoso estado de las calles que rodean a estas obras. Una de las zonas más complejas al momento de circular es el barrio Córdoba, situado entre Lavalle y Salta, a escasos metros del centro comercial y financiero de la ciudad departamental.

El deterioro urbano es tan crítico que los vecinos en varias oportunidades han reclamado por pérdidas de agua y aguas servidas en acequias, ausencia de limpieza en plazas o terrenos baldíos, falta de luminarias y la ausencia de servicios básicos, como cloacas y agua potable.

Uno de los casos más representativos es la situación del barrio Santa Cecilia, ubicado a tan solo un kilómetro del centro. Allí, alrededor de 1350 personas vienen reclamando por la concreción de la red cloacal, cuyo servicio fue anunciado en 2013 a partir del envío de más de 20 millones de la Nación, en el marco del programa nacional “Más Cerca”.

Según los propios vecinos, los reclamos comenzaron hace diez años y desde entonces sólo han sido promesas de parte del municipio de San Martín y de las anteriores gestiones del gobierno provincial. “Hemos realizado cortes en la ruta 50 y hasta han venido algunos funcionarios, que siempre aprovechan las elecciones para mentirnos”, dijeron.

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Otro de los reclamos que tuvo lugar este año sucedió en el barrio Municipal, al norte de la Ruta 7, donde los vecinos pidieron una vez más por el asfaltado de sus calles, cuya obra aseguran que fue pagada hace tiempo. En tanto en el barrio Mebna colgaron carteles ante el “abandono de la comuna” para tratar el estado de las calles.

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Como si fuera poco, Este Online también dio a conocer una grave situación que sucede en el barrio Venier. Vecinos de ese lugar acudieron a nuestro medio para denunciar que el salón de usos múltiples (SUM) que el municipio comenzó a construir el pasado año, se convirtió en un aguantadero debido a la suspensión de las obras.

Según sus palabras, el sitio está abandonado desde hace al menos diez meses y, desde entonces, está siendo ocupado por jóvenes que lo utilizarían para drogarse y esconder elementos de dudosa procedencia. Incluso se han robado algunas chapas de zinc, rejas y hasta el tanque de agua.

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Vecinos y dirigentes políticos admiten que la situación es responsabilidad de una administración que lleva más de doce años a cargo de la comuna. "Acá el problema es que no hubo un plan serio de inversión en infraestructura y ordenamiento territorial. La ciudad creció y las calles rotas se fueron emparchando superficialmente. Los bacheos, de muy mala calidad, duran muy poco. A tal punto que en los últimos meses los arreglos apenas aguantaban 90 días", expresan desde la oposición.

Además del estado de las calles, los vecinos se quejan por la falta de ordenamiento en el tránsito vehicular, especialmente en el casco urbano. Un claro ejemplo es el bloqueo de la avenida Alem, entre Las Heras y 25 de Mayo, donde el municipio decidió instalar hace cinco años una peatonal permanente frente al Paseo de la Patria.

Esta situación, cuestionada en varias oportunidades, ha contribuido al congestionamiento vehicular. Además, tras el adoquinado del sector comprendido por cafés, pizzerías y sucursales bancarias, el municipio permitió el estacionamiento medido en ambos laterales, a pesar que esta situación estaba prohibida con carteles que así lo indicaban.

“Recuerdo que se colocaron carteles de prohibido estacionar y hasta hubo multas para aquellos que estacionaban. Ahora solo puede transitar un solo vehículo por cada carril y ni hablar cuando un camión de caudales o un auto se detiene en doble fila”, describió un taxista.

Sin embargo, y a pesar que en un principio se colocó señalética de prohibido estacionar, el gobierno municipal amplió el estacionamiento medido e instó a retirar los carteles, permitiendo así el aparcamiento y la imposibilidad de lograr una rápida descongestión del tránsito vehicular.

Para la oposición la ciudad ha crecido en forma desigual y desproporcionada, lo que ha dejado a mucha gente que vive en barrios periféricos sin servicios y acceso a ciertos beneficios que sí tienen los habitantes del centro.

En los últimos años, las acciones de la gestión de Giménez sólo se centraron en la ciudad departamental: el Centro de Congresos y Exposiciones, el Templo del Vino, el Paseo de la Patria, el Museo de las Bóvedas, el Polideportivo Gustavo Rodríguez y la remodelación de la Avenida Eva Perón, entre otras. A pesar de esto, no obtuvo el respaldo necesario de los electores de ciudad en las últimas elecciones.

Incluso, hay otras obras que fueron prometidas hace varios años y que nunca se ejecutaron o finalizaron. En este punto podemos citar al Cine Colón de Palmira, un patrimonio cultural que hace cuatro años debía haber sido inaugurado; el asfaltado de barrios de Palmira y las promesas de la red cloacal en los barrios Santa Cecilia o Municipal.

También podemos mencionar los polémicos vagones que hace dos años permanecen abandonados en un sector del parque Sarmiento, donde actualmente se emplaza parte de las obras del bicentenario. Estos obsoletos coches también se convirtieron en un lugar peligroso y de albergue transitorio.

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A esto también podemos sumar otras obras menores como la falta de cartelería, señalética o garitas para los usuarios que utilizan a diario los medios de transporte. Quizás la explicación a muchos de estos problemas se encuentre en la reducción del gasto público municipal, que pasó del 13% al 8% en los últimos tres años.

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