POLICIALES | 20 de febrero de 2015
 
Asesino del policía había sido liberado tras asaltar una joyería

La policía busca al autor material que terminó con la vida de Jonathan Funes en el hospital Perrupato. Tiene más de 15 robos agravados junto al preso “liberado”. Tres de los seis detenidos arriesgan condena perpetua.

 
 

(Foto: Este Online).
 

Por Redacción

 

A seis días del asesinato del policía en el hospital Perrupato de San Martín, continúa la búsqueda del delincuente que efectuó el disparo que terminó con la vida del efectivo Jonathan Funes (24) que custodiaba al preso Cristian Oscar “El Pirincho” Tapia.

 

En las últimas horas trascendió que el presunto autor material del crimen se llamaría Javier Arturo Carnevalini, de 40 años, con un extenso prontuario y amigo del preso que fue “liberado” en la tarde del 14 de febrero del hospital regional de la zona Este.

 

Por este motivo, la mutual policial Amuppol ofreció una recompensa de 100 mil pesos "por información que permita la detención del autor del disparo que mató al policía". Mientras que el gobierno provincial ofrece 50 mil pesos por datos que permitan detener a Javier Arturo Carnevalini.

 

Cabe mencionar que, además del delincuente que lograron rescatar del nosocomio, también se detuvo a su hermano Jordán Luciano Tapia (21), Sonia Iracheta (49), Norma Bustos Gatica (66), Iván Francisco Dalmau (24), señalado como quien manejaba el automóvil en el que se fugaron, y Carlos Coria (36).

 

Tres de los detenidos –los hermanos Tapia y Dalmau- fueron imputados por homicidio agravado por premeditación de dos o más personas, criminis causa, por el uso de arma de fuego, y por ser la víctima un funcionario policial, todo en concurso ideal. De este modo arriesgan una pena a prisión perpetua.

 

En la causa también llama la atención los motivos que llevaron a la Justicia en dejar en libertad al presunto autor material del crimen del policía y al preso “liberado” del hospital, ya que ambos habían sido detenidos tras el robo a la joyería Simonna en la tarde del 2 de setiembre. Además, ambos han protagonizado al menos 15 robos agravados.

 

Sin embargo, a pesar del frondoso prontuario de ambos y de haber sido detenidos en los últimos años, ninguno de ellos estaba detrás de las rejas. Es decir que la muerte del oficial Funes podría haberse evitado, como tantas otras muertes que han ocurrido en manos de delincuentes prófugos o que le conceden las polémicas salidas transitorias.

 

Tapia estaba en calidad de detenido en el hospital Perrupato por balear a la madre de Enzo Visciglia, un delincuente con el que estaba enfrentado por la rivalidad de bandas sobre la distribución de drogas en la zona comprendida por los barrios Tres Estrellas, Huarpes y La Gloria, de Godoy Cruz.

 

Además, Tapia es familiar de un recocido malviviente mendocino, Marcelo Casca Tello, vinculado a la venta de drogas y condenado en Santiago del Estero a prisión perpetua por el crimen de un narco colombiano junto a otros dos mendocinos, entre ellos, un efectivo de la policía.

 

No sólo eso, “Pirincho” tiene como concubina a Alicia Gómez, hermana de Omar “Tanga” Gómez, el malviviente condenado a la pena máxima en junio del año pasado por el conmocionante crimen tras un asalto en la Bolsa de Comercio de Godoy Cruz de Matías Quiroga.

 

Golpe comando

 

El hecho ocurrió a las 14.25, cuando dos hombres dijeron que eran familiares de una persona internada y entraron al nosocomio. Pero cuando llegaron al sector donde estaba internado Cristian "Pirincho" Tapia, ingresaron a la sala 34, dispararon contra el uniformado Jonathan Funes Fernández (24) y huyeron con el sujeto que estaba detenido.

 

Una vez en la calle, el tercer delincuente que participó del golpe comando los esperaba en un automóvil Honda Civic, de color gris y sin patente, en el que lograron escapar. Inmediatamente, con la ayuda del helicóptero de la Policía de Mendoza, se realizó un operativo cerrojo que arrojó resultados negativos.

 

El efectivo, que prestaba servicio en la comisaría 39 de Tres Porteñas, recibió un balazo en la zona intercostal izquierda. Lamentablemente, minutos antes de las 18, falleció tras sufrir dos paros cardiorrespiratorios durante la intervención quirúrgica. Tenía un hijo y llevaba tres meses en la fuerza.

 

El uniformado asesinado estaba custodiando a Cristian Oscar “Pirincho” Tapia, de 25 años, con domicilio en el barrio Tres Estrellas, quien se encontraba hospitalizado desde el 9 de febrero, ya que tenía una herida de arma de fuego en la ingle.